La situación que se vive en la ciudad de Hondarribia durante sus fiestas se da porque, para unos pocos, éstas son machistas y discriminatorias, y quieren hacer ver a todo el mundo que lo son a cualquier precio. Para ello la información que llega a la prensa nacional y la mayoría de foros y blogs que tratan el tema está reducida y manipulada para que la idea principal que se quiere transmitir sea clara:
machismo.
Es un tema muy de moda, y es fácil hacer reaccionar a ciertos sectores de la sociedad con fuertes adjetivos en las descripciones y sin argumentos sólidos. Cuando esto llega a una sociedad con la “Guerra de Sexos” a flor de piel, o a los oídos de unas mujeres que todavía a diario tienen que luchar por sus derechos en muchos campos, no hace falta argumentarlo, si te dicen que es machista y la parte que te muestran parece que lo es, automáticamente te posicionas, sin darte cuenta, en algo que carece de motivos discriminatorios pero que te lo han vendido como tal.
MEDIAS VERDADES
Algunas de las “medias verdades” que se utilizan para hacer creer que es una fiesta machista son estas:
- En el Alarde del día 8 de septiembre desfilan varias compañías compuestas por entre 300 o 400 hombres y una sola mujer en cada una.
A lo que yo respondo: cierto, tanto como que esa única mujer por compañía, la Cantinera, es el centro de atención de todo el Alarde, o que la fiesta dura casi 10 días desde los ensayos hasta el fin de la misma, y que ésta gira, precisamente, en torno a la mujer.
- La junta de mandos del Alarde son hombres.
Mi respuesta es: cierto, y también lo es que los mandos del alarde no dirigen la fiesta , sino que son el órgano encargado únicamente del Alarde del día 8, y ellos son un tercio de los organismos que dirigen la fiesta que dura 11 días y para ellos hay otros dos organismos donde sí que hay mujeres. Tanto es así, que hay actos en los que participa sólo la mujer y organismos compuestos sólo por ellas, como son la comida de antiguas cantineras o la fundación Betiko Alardearen Aldekoak que también tiene un importante papel en la organización.
Por lo tanto:
¿Se puede catalogar de sexista la fiesta en general? Claro, si se quiere se puede, de hecho hay gente que lo hace sin ningún problema, es más, si escuchásemos distintas opiniones las hay que incluso creen que es más bien feminista. Depende de cómo se entienda el sexismo.
¿Lo es? Bueno, se dice que “para gustos colores”. Como ya he dicho, en el Alarde, que se realiza en el día grande de las fiestas, las mujeres están en minoría, pero es la protagonista, igual que en otros actos celebrados por y para las mujeres, por lo tanto, para mí, el posible machismo queda anulado por el evidente feminismo (que normalmente no se nombra), entonces queda equilibrado.
MI REALIDAD
Personalmente, en estas fiestas nunca me he sentido vulnerada como mujer, sino más bien todo lo contrario. He visto como mientras nuestros hombres nos apoyan en cualquier acto que deseemos realizar, otras mujeres con opinión diferente a la nuestra, nos humillan diciendo que estamos postradas ante nuestros maridos, que estamos sometidas al poder del hombre, o que estamos alienadas o controladas por ellos, simplemente porque no nos sentimos “violadas” por estas fiestas, porque no creemos que sea machista en absoluto y porque nos gusta seguir con la tradición, que no hace mal a nadie. Haciendo esto han menospreciado nuestra capacidad de decisión y vulneran continuamente el derecho que tenemos para poder elegir.
Estas mismas mujeres, que se dicen feministas, nos infravaloran muchísimo más de lo que nunca han hecho los hombres de nuestra familia. Ese es el foco de nuestra indignación. Las provocaciones en temas totalmente subjetivos en los que nunca podrán opinar y el hecho de que quieran obligarnos a tragar lo que ellos tienen como verdad absoluta. He visto como casi todas las mujeres del pueblo, todas las partidarias del Alarde tradicional, las “sometidas”, decidían inmediatamente y por sí mismas reaccionar de la forma más digna y fuerte que se puede. Estas mujeres mantienen a los hombres al margen de los temas relacionados con la compañía Jaizkibel (el alarde mixto). En todas las casas y reuniones se pide cada año que no se reaccione ante las provocaciones de dicha compñaía, y se ponen en marcha. Ellas componen y/o participan con la organización Betiko Alardearen Aldekoak,
compuesta únicamente por mujeres, que, entre otras muchas cosas, es la que organiza cada año una protesta pacífica en contra de todas las provocaciones a las que estamos expuestas al paso de la compañía Jaizkibel, mientras esperamos en las aceras a ver pasar nuestro Alarde. Tenemos que soportar tensión, provocaciones, insultos, rabia, incluso agresiones, intentando no caer en ello porque después eso trae problemas legales. (Dedicaré otro apartado a explicar el porqué de la protesta pacífica de los partidarios del Alarde tradicional y demás situaciones).
Como ya se puede apreciar, esto es mucho más complicado de lo que quieren hacer ver, y en las siguientes entradas intentaré exponer todos los puntos que para mí son claves en este tema parte por parte, con argumentos y pruebas que me han ayudado a formar mi opinión, lejos de la influencia de mi familia, los hombres de esta o la misma tradición.
Lo que he de decir es que yo no soy abogada, ni la presidenta de ninguna organización, ni ocupo ningún otro cargo de interés en este tema; mi posición es la de otro tanto de miles de mujeres de un amplio rango de edad. Sólo soy una joven de Hondarribia dolida por que otras mujeres, y también hombres, nos agredan con la mentira por delante por el único hecho de que nos guste seguir la tradición y no nos sintamos vulneradas (cosa que, creo, es bastante subjetiva y no deberían intentar obligarnos a verlo como ellos). Por eso, aunque intento documentarme todo lo posible, puede que no posea tanta información legal como me gustaría. Mi idea es defenderme a mí y a mis paisanas, ante la situación que estamos viviendo, y lo haré aportando lo que en mi opinión es aún más importante que una Sentencia del Tribunal Supremo, aunque esta falle a nuestro favor, que son las vivencias que tenemos tras los plásticos o paraguas negros. Intentaré demostrar, de la forma más documentada posible, que aquí las cosas no son tan sencillas como las pintan. No somos tan extremadamente intolerables y que nuestras manifestaciones de rechazo no se deben al hecho de que desfilen mujeres, sino que son reacciones ante las agresiones que sufrimos.
Por eso, porque las mujeres del pueblo somos cada día más fuertes, porque sé lo que se vive detrás de los plásticos negros que se despliegan como protesta, y porque lo que ocurre ahí a veces parece increíble y aún así en el exterior no se sabe nada, he decidido crear este espacio. Porque nos merecemos demostrar que detrás de todo esto hay mucha más política que sexismo y porque se tiene que hacer saber que todo el pueblo de Hondarribia, a excepción de las pocas decenas de personas que suponen los partidarios del alarde mixto, creemos en el poder de la mujer del pueblo, lo sabemos y nos sentimos orgullosos de ellas.
¡Por que seguiremos A Pie de Cañón!