Un blog en defensa de las mujeres de Hondarribia. Por su trabajo y constancia. Porque somos las que libramos esta batalla y ¡Por que seguiremos AL PIE DEL CAÑÓN!

domingo, 20 de diciembre de 2009

El Origen de la Tradición

Para explicar el origen del Alarde de Hondarribia hay que remontarse al siglo XVII. Con el comienzo de dicho siglo estalla la Guerra de los Treinta Años y , más tarde, España ofrece su apoyo a Bohemia, coyuntura que aprovecha Francia, para declarar la guerra a España en 1635 e intentar expandir sus dominios.
Es el 1 de julio de 1638 cuando el ejército francés, al mando del principe de Condé, asedia la villa de Hondarribia con una tropa de 30.000 hombres, infantería, caballería, una poderosa artillería y una flota de 64 barcos en la desembocadura del Bidasoa. Los hondarribitarras, sin esperarse dicho ataque, tan sólo contaban con unos 700 soldados y 200 vecinos, a los que poco después se sumaron 50 hombres de Tolosa y 22 de Azpeitia. De todos ellos, al mes sólo quedaban unos 300.

Durante los 79 días que duró el asedio, la ciudad quedó destrozada. La muralla quedó abierta por dos brechas, y los edificios caían ante las balas de cañón y las bombas de mortero. Por primera vez en Europa, se comenzaban a utilizar proyectiles que al impactar estallaban causando grandes daños.
Los sitiados imploraban a su Virgen que se encontraba a cobijo en la villa después de que, al comienzo del horror, dos mujeres la bajasen desde la hermita, en lo alto del monte Jaizkibel.
Cuando las casas estaban destruídas, había escasez de víveres y ya todo parecía perdido, llegaron por el monte más de 3000 hombres enviados por las Milicias Forales y tropas reales compuestas por navarros, napolitanos, castellanos e irlandeses, que cayeron de sorpresa sobre el ejército francés haciéndoles huir. Por la exitosa resistencia la ciudad recibe el título de «Muy noble, muy leal, muy valerosa y muy siempre fiel».
Era el 7 de septiembre de 1638, víspera de la festividad de la Natividad de su patrona: la Virgen de Guadalupe a la que tanto habían rezado. Los hondarribitarras no dudaron en atribuirle a su protección la liberación de la villa.
En agradecimiento,  se realizó una procesión hasta Guadalupe, Misa, festejos y una "muestra general de armas" en la misma fecha. La ciudad de Hondarribia hizo un voto, que todavía hoy, casi cuatro siglos después, se mantiene y cada 8 de septiembre se renueva: se realiza la revista de armas (el Alarde), la procesión hasta Guadalupe, y varias misas: la Misa del día 8, la del día 7 y otra el 10, esta última por los difuntos, además de la Novena que se reza durante los nueve días previos al día 8 de septiembre. Todo ello rodeado de diversos actos festivos que unen a la gente del pueblo que entienden, aman y respetan esta fiesta.

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